Durante 1 mes nos bombardean con descuentos y lo que parecen oportunidades increíbles para mejorar nuestras vidas, pero ¿qué hay detrás de estos descuentos desorbitados?
LO PRIMERO ¿QUÉ ES EL «BLACK FRIDAY»?
El «black friday» o «viernes negro» no es nada más y nada menos que un invento de las empresas americanas para vender más durante un momento del año en el que la gente compraba menos, justo después de Acción de Gracias y poco antes de las navidades. Y digo «compraba» en pasado, porque se ha convertido en todo un fenómeno de masas con records de ventas, una desmesurada tendencia que todo el mundo aprovecha, porque todo está tan barato que casi casi parece que estamos ahorrando. Pero ¿es así?
¿QUÉ TIENE DE MALO EL «BLACK FIDAY»?
Para responder a esta pregunta solo hay que hacerse otra: ¿cómo consiguen dejar los productos tan baratos? o ¿a quién le descuentan los descuentos? Sin duda, los grandes empresarios no se reducen el sueldo para dejarte a ti una camiseta más barata. Ellos ganan siempre más. De eso se trata, en eso consiste el juego, si no, no lo harían.
En realidad las rebajas se realizan en la producción y en la materia prima, que en la mayoría de los casos ya sufre de manera general una sobreexplotación.
En el mundo, 1 de cada 10 niños de entre 5 y 12 años, trabaja. La gran mayoría abandona para ello sus estudios.
World vision «El alto precio de la belleza»
En concreto, la cosmética es una de las industrias que esconde una mayor desigualdad social y explotación, tanto de recursos como de personas, incluyendo niños y niñas. Te cuento algunos datos escalofriantes, extraidos del estudio de investigación EL ALTO PRECIO DE LA BELLEZA de World Vision:
Niños de apenas cinco años de edad trabajan en extensas plantaciones de aceite de palma en Indonesia, Malasia, Ecuador, Sierra Leona, Guatemala y Colombia.
¿En qué ingredientes existe mayor explotación social y de recursos? ACEITE DE PALMA
El aceite de palma es el aceite vegetal más utilizado en el mundo, un producto comercializado globalmente que se emplea en aproximadamente la mitad de los bienes de consumo, incluidos los cosméticos.
Muchos niños (incluso de hasta 5 años de edad) trabajan en extensas plantaciones de aceite de palma en Indonesia, Malasia, Ecuador, Sierra Leona, Guatemala y Colombia. En Indonesia, un millón y medio de niños trabajan en el sector agrícola, incluidas las plantaciones de aceite de palma, donde a menudo trabajan en condiciones muy inseguras.
Los jabones de Silvestrum Lab NO contienen aceite de palma.
CACAO
El cacao es uno de los ingredientes más utilizados del mundo en la industria alimenticia y cosmética.
Se estima que 2,1 millones de niños trabajan en explotaciones de cacao solo en Costa de Marfil y Ghana. Realizan largas jornadas de trabajos, con tareas peligrosas o dañinas (como levantar materiales pesados o rociar con pesticidas tóxicos). Si quieres profundizar sobre la expltación en la industria del cacao, te recomiendo que veas el documental EL LADO OSCURO DEL CHOCOLATE.
En Silvestrum Lab utilizamos manteca de cacao orgánica, extraída de forma ética en Costa de Marfil.
MICAS
En los últimos años se ha dado a conocer la sobreexplotación que existe detrás de estos colorantes minerales que se utilizan ampliamente en la industria cosmética por sus cualidades de brillo y opacidad en coloretes, sobras de ojos, jabones. El 25% del total de las micas que se utiliza en el mundo procede de sólo dos estados de la India: Jharkhand y Bihar. En estos dos estados, más de 22.000 niños, algunos de tan sólo cinco años, trabajan en pequeñas minas con sus familiares, que a menudo no tienen otra fuente de ingresos.
Los jabones y champús de SIlvestrum Lab están coloreados con extractos vegetales (hierbas o maceraciones de plantas tintorias) o minerales naturales (como arcillas y óxidos) certificados.
Estos son solo algunos de ellos, pero hay muchos más.
Y ¿QUÉ TIENE QUÉ VER CON EL BLACK FRIDAY?
EN realidad, este artículo es un llamamiento a la compra responsable en general y durante todo el año. Pero además durante el black friday, muchas personas compran sin medida, cosas que no necesitan, simplemente por la efectividad del marketing a gran escala, sin ser conscientes del gran impacto que eso puede tener.
Como consumidores, tenemos mucho más poder del que creemos. La demanda es la que manda. Para las grandes empresas, una compra es solo un número más. Pero para un productor local, o un agricultor del otro lado del mundo, puede significar muchísimo que elijas sus productos. Así que durante época de grande scompras, y durante todo el año, infórmate bien de la proveniencia de los productos y los ingredientes de los productos que consumes. Y elige de forma responsable. Poco a poco y entre todos, podemos hacer una gran diferencia.
Los miles de botes de plástico que inundan los supermercados
Son muchos los productos de higiene y belleza que utilizamos a diario. Los cosméticos usados en la UE generan anualmente 8.627 toneladas de residuos plásticos, según un estudio de Greenpeace. La mayoría de los productos que encontramos en el mercado utilizan envases de plástico, muchos de ellos ni siquiera son reciclables. Además, ¿sabías que para producir cada bote de plástico, se utiliza más agua de la que el mismo bote puede contener?
«Una sola ducha puede hacer que 100.000 partículas de plástico acaben en el océano«
El plástico que NO se ve.
Pero además del plástico en los envases, está el plástico que no se ve, y que se encuentra en productos que utilizamos en nuestro día a día. Otro estudio de investigación de Greenpeace Italia, halló microplásticos en el 79% de los cosméticos. La investigación verificaba la presencia de ingredientes microplásticos, tanto en las listas de ingredientes como a través de pruebas de laboratorio, en la composición de 11 marcas: Bionike, Deborah, Kiko, Lancôme, Lush, Maybelline, Nyx, Pupa, Purobio, Sephora y Wycon (AQUÍ puedes leer el articulo completo en italiano). Los plásticos estaban presentes en el 79% de los 672 productos controlados, el 38% eran microplásticos sólidos, sobre todo en máscaras y pintalabios que están en contacto directo con los ojos y la boca.
Los microplásticos son trocitos de plástico que no se degradan (desde que se crearon hasta la fecha no se ha degradado ningún plástico producido), y que llegan al mar a través d elos desagües. Sus efectos adversos en animales marinos, ya se han observado en numerosos estudios. Pero entran en la cadena trófica y terminan en nuestros platos por lo que también están afectamendo a nuestra salud. Algunos estudios han detectado microplásticos en la sangre, la orina y la placenta humanas.
Plástico y derivados del petróleo más comunes en cosmética y productos de higiene:
Se encuentran en champús, geles, acondicionadores, cremas (solares, hidratantes, nutritivas, etc), maquillaje, pintalabios… Son muchísimos los productos cosméticos, de belleza y de higiene que contienen sustancias plásticas y derivados del petróleo, que además de ser dañinos para la salud, perjudican el medio ambiente. Si quieres ampliar la información sobre tóxicos que puedes encontrar en cosmñeticos, puedes leer este artículo. Entre ellos encontramos sobre todo hidrocarburos, parafina, siliconas, PEGs, PPG y otros derivados del petroleo.
Cómo detectarlos y evitarlos
Es importante aprender a leer y entender las etiquetaas de los productos. Buesca entre los ingredientes o INCI (la lista de ingredientes con nomenclatura internacional que debe aparecer en los cosméticos obligatoriamente) ingredientes como:
El polietilenglicol, suelen aparecer como PEG- seguidao de un número, por ejemplo PEG-32. Es uno de los más frecuentes en champús y geles. Son sustancias derivadas del etileno, un hidrocarburo, y se utilizan como emulsionantes, solubilizantes o catalizadores.
La parafina, aparece como parafinum liquidum. Se utiliza sobre todo en labiales.
Las siliconas, que pueden aparecer con los siguientes nombres: Cyclomethicone, Cyclopentasiloxane, Dimethicone, Dimethiconol, Amodimethicone o Siloxane.
El polietileno, aparece como Polyethylene (PE).
El polipropileno, suele aparece como Polypropylene (PP).
Otros ingredientes plásticos que podemos encontrar en el inci de productos de higiene son: POLYLACTIC ACID, POLYETHYLENE ISOTEREPHTHALATE,POLYSTYRENE, ACRYLATES COPOLYMER, ACRYLATES CROSSPOLYMER, NYLON… la lista es larga.
En la siguiente foto están marcados algunos de los ingredientes que pueden ser perjudiciales para la salud y para el medio ambiente, incluyendo los derivados del petroleo.
¿Entonces qué productos elegimos?
Afortunadamente en Europa las leyes son muy estrictas y cada vez es y será más dificil encontrar ingredientes peligrosos para la salud y para el planeta en productos cosméticos. Pero todavía estmos lejos de eliminarlos completamente.
Lo mejor para eliminar los plásticos y microplásticos de tus rutinas diarias de higiene y belleza es utilizar productosartesanales que estén elaborados con ingredientes naturales y seguros como aceites y mantecas, ceras, arcillas y plantas. Lee siempre las etiquetas. En Silvestrum Lab encontrarás champús y jabones hechos a mano con ingredientes ecológicos de origen vegetal, flores, macerados, arcillas, plantas ayurvédicas… SIN PLÁSTICOS ni dentro ni fuera, ya que los envases son de papel compostable (se pueden echar en los residuos orgánicos) y tela, realizados con tejidos reciclados o de desecho que, además son reutilizables.
Cuando un niño o una niña juega, no solo se entretiene. Está adquiriendo una nueva experiencia, que más adelante relacionará con conceptos y valores. Por ello es muy importante elegir con cuidado los juguetes.
Algunos de nuestros juegos.
¿Son iguales todos los materiales?
La experiencia sensorial que aportan los distintos materiales es completamente distinta. Los elementos y materiales naturales, como la piedra, la madera, o la lana, tienen texturas únicas, aromas, tacto, temperaturas determinadas, que hacen que el juego se convierta en una vivencia estimulante. Los juguetes de madera y otros materiales naturales, además, fomentan la imaginación, suelen tener funciones abiertas o variadas, de manera que es el niño o la niña la que pone en marcha sus habilidades para disfrutar del momento.
El plástico, por el contrario, es inerte e invariable, es artificial, es sintético. Los juguetes de plástico suelen tener además una función muy concreta: un botón que enciende una luz, una palanca que activa una música… funciones que no dejan lugar a la imaginación.
Lo bueno es que hoy en día hay alternativas para casi todo. Aquí te dejo algunas:
Alternativas a los juguetes de plástico /Alternative ai gioccatoli in plastica
Si el juguete se puede encontrar en su versión de madera, elígela.
Juguetes como bicicletas, cocinitas e instrumentos son fáciles de encontrar hechos de madera en jugueterías o tiendas online especializadas.
Juguetes de madera de inspiración Montessori y Waldorf.
Y a mí personalmente me gustan mucho los juguetes de inspiración Montessori o Waldorf, que se pueden encontrar en tiendas especializadas en estas disciplinas didácticas, porque suelen ofrecer la oportunidad de desarrollar el juego libre, sin pautas, para desarrollar la imaginación a tope.
El arcoiris por ejemplo, se puede usar para encajar las piezas, para construir torres, para hacer túneles, para emparejar colores con otros objetos… De esta forma, a medida que el niño o la niña va aumentando sus capacidades, puede seguir utilizando el juguete para investigar, y probar nuevas formas de divertirse mientras aprende.
Y vosotros, ¿tenéis alguno de estos juguetes? Conocéis otros juguetes sostenibles que valgan la pena?
Miedo, angustia, tristeza, frustración, desconcierto… Lo que está claro es que la situación de emergencia mundial nos ha puesto al límite en todos los sentidos, y eso también ha despertado en nosotras nuevas emociones. Nos ha hecho reflexionar sobre grandes y pequeñas cosas de la vida: sobre el ritmo de las cosas y el paso del tiempo, sobre nuestras rutinas, nuestros valores y nuestros sueños (cumplidos o por cumplir), sobre lo que funciona y lo que no en nuestras sociedades, y lo afortunados que somos en unos países respecto a otros, sobre lo que significa realmente la solidaridad, sobre el planeta y el impacto de la humanidad, sobre el efecto que tenemos en el mundo… Si algo tengo claro es que estoy aprendiendo día a día, y tengo un gran deseo para cuando esto termine (o vaya pasando…)
¡Que nada vuelva a ser como antes!
Porque de todo este mejunje sentimental y experiencial, de todo lo que ha cambiado, espero que algunas lecciones no desaparezcan:
Sigamos apreciando y valorando los trabajos de cuidados y de servicios básicos
Nos hemos dado cuenta de que los y las médicos y enfermeros, transportistas, barrenderas/os, limpiadores/as, camioneros/as, repartidores/as, las cajeros/as del supermercado, cuidadoras/es, maestros/as… son imprescindibles para que una sociedad siga adelante. Que sin ellos y ellas, las sociedades están vacías y que lo que por norma se consideran trabajos «de tercera», son en realidad los que nos mantienen vivos. Defendamos y valoremos los trabajos de cuidados y de servicios básicos! Que todo esto sirva para que las personas que se dedican a los cuidados y a los servicios básicos ganen sueldos justos y su trabajo sea valorado como merece, no solo ahora que nos parecen imprescindibles, porque siempre lo son y lo serán.
Estamos pasando tiempo con nuestro núcleo familiar de forma distinta, como nunca antes. ¡Sigamos exigiéndonos tiempo de calidad con los nuestros!
Estamos juntos las 24 horas del día, y hasta nuestra casa se ha transformado: en oficina, escuela, parque de juegos, gimnasio, restaurante, prado para hacer picnic… Nos hemos adaptado a todo y no ha sido fácil. Pero poder pasar más tiempo con los nuestros no tiene precio: comer juntos cada día, hablar de todo y de nada, reír y llorar, y jugar, jugar y jugar con nuestros hijos e hijas! Hemos inventado historias, hecho pasteles, transformado el salón en sala de conciertos, teatro, circo… E incluso recuperado juegos que teníamos olvidados en nuestra memoria, o inventado juegos y manualidades increíbles! Compaginarlo con el trabajo y la vida diaria es realmente agotador. Pero estoy segura de que recordaremos estos momentos toda la vida. Luchemos por la conciliación y por pasar tiempo de calidad con nuestros hijos!
Hemos ampliado con creces nuestras habilidades. ¡Que no paren!
Nos hemos convertido en cocineros, labradores, hortelanos, artesanos y artistas, fontaneros o electricistas… Modistos, zapateros o bailarines. Hemos aprendido a hacer muchas cosas en casa que antes no hacíamos. Hemos hecho pan y tartas, platos gurmet, croquetas, torrijas (yo al menos aprovechando para cocinar un poco de melancolía española!), hemos experimentado con colorantes y texturas. Vale, igual no nos ha salido todo bien (los dulces no son lo mio por desgracia), pero lo hemos intentado! Hemos dejado volar nuestra imaginación y salido de nuestra zona mental de confort. Antes de todo esto ya llevaba un tiempo haciendo también jabones, champús, y otros cosméticos con productos naturales… en esta temporada, saber que puedo producir muchas de las cosas básicas que necesito, me ha dado mucha tranquilidad e infinita satisfacción. Si no has probado aún y tienes curiosidad, te invito a hacerlo. ¡Sigamos desatando nuestra imaginación y desarrollando nuestras habilidades para la vida!
Hemos reorganizado nuestros valores y nuestros sueños. ¡Que no se nos olviden!
Nos hemos dado cuenta de que nos hace falta mucho menos de lo que pensábamos para estar bien y ser felices: un ratito de sol, una buena comida, la llamada de un amigo… Consumir y gastar ha pasado a un segundo plano y estamos aprendiendo a aprovechar todo lo que tenemos en casa. Y no nos falta de nada (o lo que nos falta puede esperar). Que no se nos olvide cuáles son las cosas realmente importantes para la vida.
En estos días, me ha quedado clarísimo que lo que me lo que me mantiene viva, lo que me da paz son cosas sencillas: pasar tiempo con los míos (y hablar a menudo con los que tengo lejos), cuidar de ellos (y que me cuiden, claro!), comer bien, mis plantas, el huerto, mis gatos… pasar tiempo en contacto con la naturaleza, y un poco de cultura! La música, el cine, los libros (y también la magia, la ópera, todo!)… son alimento para la mente y el espíritu, y aunque muchas veces también se considera algo secundario, en este tiempo de encierro, es algo que creo que a todas y a todos nos ha aportado, no solo momentos de entretenimiento, sino también momentos de emoción, de reflexión, de alegría, de desahogo… Defendamos el acceso a la cultura de calidad.
Todo vale y nada se tira. ¡Sigamos reduciendo nuestros residuos! (y aprovechándolo todo)
No sé vosotras… Yo he alucinado con la cantidad de cosas que he podido arreglar, reutilizar, reparar, reusar, y reinvintar en estos días. Quizás hace unos meses, muchas cosas las habría aparcado o desechado y habría comprado otras nuevas. Pero durante este tiempo, con las tiendas cerradas, 3/4 personas en casa y limitados recursos… he visto como con un poco de imaginación, realmente no son tan limitados, dan para mucho muchísimo. Las cajas de fruta se han convertido en trenes de alto recorrido, las telas o ropas viejas en disfraces, muñecos, adornos, los restos de verduras en nuevos brotes. Con harina y colorantes alimentarios hemos hecho (aparte de pan) adornos de primavera y de pascua, plastilina y mil cosas más. El hilo de pescar y el esparadrapo sirven para arreglarlo casi todo. Y es que nos hemos convertido en una especie de McGivers (el que arreglaba todo con esparadrapo chicle). Que se rompe algo, lo arreglo. Que falta algo, siempre hay alternativa. Lo que está claro es que NO SE TIRA NADA. Cuanto más limitados están los recursos, más nos damos cuenta de su valor. Sigamos valorando lo que tenemos, y evitando el desperdicio! por nosotros mismos y por el planeta.
Seamos más empáticos y solidarios
A nivel político, siento una gran decepción con la falta de solidaridad en Europa. En Italia hemos recibido más ayuda de países como China o Cuba que de nuestros propios vecinos. A nivel personal hemos aprendido a mirar a los vecinos de otra manera. A conocer a muchos que hasta hace poco eran invisibles. Sea a nivel global o individual, para mí está claro que compartir recursos, conocimiento y experiencias nos hace mucho más ricos, y nos proporciona muchas ventajas frente a las adversidades. Espero que la solidaridad se considere algo imprescindible en el futuro próximo.
También podemos ser más humanos y humildes
Una de las cosas que me han gustado de esta temporada, y que me han hecho sentir más tranquila con la vida, ha sido ver la parte más humana de la gente… Ver a los hijos de mis compañeras y compañeros de trabajo correteando por detrás en las reuniones virtuales, verlos en pantuflas o sin afeitar… ver a los vecinos que salen a sacar la basura arreglados como de domingo… En fin, ver esa cara que normalmente escondemos un poquito a los demás, pero que al final nos hace a todos más parecidos y ayuda a entender que todos tenemos nuestros días buenos y malos, nuestros problemas, nuestros sueños… que no somos de piedra y que no pasa nada por mostrar un poquito esas «imperfecciones de la vida real». Que todo esto nos permita ser más naturales y cercanos, más humanos.
Por otro lado, para mí una extraña lección de todo esto ha sido darme cuenta de que en realidad muchas veces ayudamos más haciéndonos pequeñitos, parando, quedándonos quietecitos en casa, dejando de actuar. Y es una lección extraña, yo siempre he creído en el activismo, en salir a la calle, en protestar… Pero esta vez nos ha tocado aprender que reducir el ritmo a veces es mejor para todos. Que no podemos resolverlo todo, o no de forma individual. Humildad.
Acostumbrémonos a respirar aire más puro
Hemos visto como en pocas semanas, el parón de transporte y movimiento humano ha ayudado a mejorar muchísimo la calidad del aire, muchas especies de platas y animales se están recuperando o han vuelto a lugares donde no se veían desde hacía mucho tiempo. Es una lección dura, pero muy real: el mundo no nos necesita, somos nosotros los que necesitamos al mundo, un mundo sano, un mundo en el que quepamos todos y todas, en el que dejemos respirar a los demás tal y como nos gusta respirar a a nosotros.
Prueba de ello es que los animales están volviendo a lugares donde hace muchos años no se veían, gracias a la ausencia de humanos. Delfines en los puertos de Trieste, cisnes y peces en los canales de Venecia, jabalíes en las calles de Barcelona, osos en zonas rurales… la naturaleza sigue su curso y nos manda un mensaje, dejando muy claro que nuestra huella es demasiado grande, que se nos ha ido de las manos pero que aun estamos a tiempo de responder de otra manera. Espero que todo esto haya servido para darnos cuenta de lo importante que es «decrecer», cambiar de paradigma, apostar por un sistema que sea más ecuo y respetuoso con el medio en el que vivimos. Que aquellos que han decidido coger la bici para evitar el contacto humano, lo sigan haciendo porque es más sano y ecológico. Que se invierta más en políticas verdes, que se aproveche esta crisis, como una oportunidad para establecer un nuevo orden de prioridades.
Delfín frente al Castello di Miramare, en Trieste.
Que los abrazos sean sentidos
Como los que tanto me gustaría dar a mis padres, mi hermana, mi sobrina, mis amigos y amigas. Esos que reconfortan, que cargan las pilas, que hacen suspirar, que te reconectan con el mundo. Esos abrazos que ahora nos faltan tanto… démoslos más sentidos que nunca. Porque son curativos y fortalecen. En cuanto esto acabe, tengo preparados unos cuantos para unas cuantas personas…
Con todo el lío de la emergencia sanitaria y el confinamiento en casa, se me ha pasado el mes de marzo sin escribir. No he tenido ni el tiempo, ni la energía ni la cabeza para escribir ideas o retos para el mes de marzo. Ahora con las ideas un poco más colocadas, voy a intentar publicar distintas entradas para compartir algunas actividades que puedes hacer solo o en familia, sin salir de casa y con material que tienes en casa o puedes encontrar en un supermercado, y que te pueden ayudar a llevar mejor esta situación y además te pueden aportar algo positivo y nuevo en tu día a día. La primera: cómo llevarte un poco de naturaleza a casa (ya que no podemos ir nosotros a ella).
La naturaleza es salud!
Aquí, en el norte de Italia, donde vivo, las escuelas, los teatros, los cines, llevan cerrados desde carnaval… y confinados en casa ya llevamos un mes. En este tiempo, nuestra mente ha pasado por muchas fases: angustia y desasosiego, esperanza, resignación… Hemos tenido que reorganizar nuestros horarios, rutinas y actividades, e incluso la disposición de la casa! Compaginar el trabajo en casa con niños (para que no se aburran y mantengan la mente despierta), tener la casa decente, mantener la harmonía entre todos, comprar y cocinar, la limpieza etc sin salir, está siendo un verdadero desafío mental, espiritual y una especie de experimento social loco. En este tiempo, me he dado cuenta de que las cosas que llevo poniendo en práctica desde que empecé este blog (la autoproducción, volver a lo esencial, minimizar, repensar las necesidades), me están resultando más útiles que nunca y además, me dan mucha satisfacción y serenidad y me ayudan a llevar mejor el ritmo de esta extraña cuarentena. Pero estamos ya saturados del tema así que vamos a lo que vamos.
Plantas, flores semillas, que surja la vida!
La naturaleza aporta salud y bienestar. Acercarnos a la naturaleza reduce el estrés. Hay muchos estudios al respecto. Os dejo por ejemplo el link a un estudio en concreto, demuestra que la cercanía de los espacios verdes es beneficiosa para prevenir las enfermedades con más incidencia en nuestra sociedad y que están asociadas a una muerte prematura. Es un estudio que evalúa 140 estudios previos que involucraron a 290 millones de personas de 20 países. Además muchas plantas tienen propiedades que nos pueden ayudar en estos tiempos a mantener fuerte el sistema inmunológico, sobre todo frutas y verduras ricas en vitamina c y d.
Y me diréis, pero qué mala leche, justo ahora que no podemos salir de casa?? que estoy deseando salir de una vez a dar un paseo, de excursión, de viaje…
Pues precisamente porque estamos encerrados en casa, sin poder dar un paseo o acercarnos al parque es tan importante y beneficioso que acerquemos la naturaleza a nosotros y le dediquemos tiempo a las plantas. Asi que, mi consejo es:
PLANTA, CUIDA Y RECOGE SUS FRUTOS.
¿Qué necesito?
Solo necesitas unas semillas, un poco de tierra (en algunos casos ni siquiera), agua y un recipiente.
¿Dónde encuentro el material ahora?
Semillas y plantas: En muchos supermercados venden semillas y plantas, y si no, seguro que tienes alguna en casa y no te has dado cuenta. Comes pipas de girasol, semillas de lino, o de comino? Naranjas, limones, aguacates? en tu comida diaria encontrarás un montón de semillas que puedes plantar.
Macetas y recipientes: Si no tienes macetas, puedes utilizar material reciclado, como las hueveras de cartón o las cáscaras de huevo (para empezar, incluso mejor!). También puedes usar los envases del yogurt, o botes o latas de salsas y conservas de cualquier material. Así incluso reducirás tu basura!
La tierra: Para la tierra seguro que tienes alguna maceta vieja con tierra de una plantita que ya no está. También en este post te explicaba como hacer compost en casa o como aprovechar la basura orgánica para las plantas.
¿Cómo se hace?
Solo tienes que poner las semillas en un poco de tierra (a medio centímetro de profundidad, y regarlas un poquito cada día. En pocos días, verás los brotes. Cuando la plantita esté bastante grande (5 cm por lo menos), trasplántala a una maceta. Muchos de los brotes se pueden comer y aportan muchísimas propiedades (alfalfa, albahaca, rábano…) y si las sigues cuidando en pocas semanas puedes tener preciosas plantas de especias, hortalizas, flores…
Los niños y las niñas se lo pasan pipa plantando y regando, pueden ayudar a partir del año y medio edad. Así que también es una actividad genial para hacer estos días, compartiendo momentos creativos juntos.
Aquí nuestra pequeña plantación: albahaca, lechuga, pepinos, rábanos y remolacha.
También puedes aprovechar los restos de muchas verduras y hortalizas para hacerlas crecer. Aquí os dejo un vídeo de cómo hacerlo:
Y aqui también te dejo los pasos para plantar un hueso de aguacate:
Cómo plantar un hueso de aguacate.
Es muy fácil, se pone en agua con 3 palillos clavados para mantener la mitad del hueso fuera del agua y en unos días, verás la raíz por debajo y el tallo por arriba (asegúrate de colocarlo en la posición correcta, con el piquito hacia arriba). Cuando ya esté más grande, transplantala.
Beneficios de plantar y tener plantas en casa:
Aportan oxigeno, limpian el aire.
Sus frutos, raíces, hojas pueden ser una parte importante de tu alimentación (aportándote salud y ayudándote a ahorrar).
Muchas tienen propiedades beneficiosas para el organismo con las que puedes realizar un montón de cosas en casa, como infusiones, bálsamos, baños calientes o incluso jarabes (nunca para sustituir medicinas y siempre con mucho cuidado!).
Para los niños, la naturaleza es un campo infinito de juegos, un aula magnifica de aprendizaje, es medicina.
Dan color a la vida!
Aromatizan la casa.
Atraen y ahuyentan insectos. Algunas aromáticas como la albahaca o la lavanda, ahuyentan a los mosquitos. Otras flores y plantas (como la verbena, la echinacea o la alcea), atraen mariposas u abejas que ayudan a polinizar hortalizas y flores.
Yo de momento he plantado albahaca, tomates, pepinos, lechuga, aguacate, rábanos, remolacha, ajo… Todo esto dentro de casa. Así que espero enseñaros un pequeño huerto (y ensaladas!) en pocas semanas.
Espero que os haya gustado, en la próxima entrada quiero compartir los pasos para hacer jabón en casa y otros recursos para estos días de encierro. Un abrazo muy fuerte y mucho ánimo a todas y a todos. #todosaldrábien #andràtuttobene
O, mejor dicho, ¿qué tipo de alimentación salvará a la raza humana? ¿Es verdad que todas las personas deberíamos dejar de comer carne? ¿Qué tipo de dieta es más saludable y mejor para el planeta? ¿Cuál es la dieta más sostenible
Antes de seguir, dejo una cosa clara: RESPETO TODAS LAS OPCIONES. Esto no es un articulo para atacar a los veganos ni contra el veganismo. Es más, admiro mucho a las personas que deciden no comer nada de origen animal para vivir más de acuerdo con sus creencias, sea por su amor a los animalitos o porque piensan que la cría de vacas es el origen del problema ambiental (que en parte, lo es). Me parece todo un reto en países como España, donde pides un plato vegetariano en un restaurante de menù y te sirven una ensalada con atún, o unos guisantes con jamòn. En fin, que vegano vegano en muchos sitios solo puedes comer lechuga porque sensibilidad con el tema, cero.
Aclaro esto porque últimamente leo mucho resquemor en las redes entre veganos y omnívoros, entre animalistas y ecologistas. Bueno, yo creo que todas las opciones y decisiones tomadas conscientemente y tras un mínimo de reflexión, son respetables, porque entran en juego muchísimos factores que no se pueden juzgar a la primera de cambio.
Dicho esto, en este artìculo quiero contar por qué creo que la dieta vegana no es la màs sostenible para el planeta, y cuàl es, en mi opinión, la dieta más respetuosa con el ambiente, con el cuerpo y para el equilibrio social. En definitiva, la dieta más sostenible.
Lo primero, ¿cuales son los factores más importantes que hay que tener en cuenta para llevar una «dieta sostenible»?
LA SALUD
Por encima de todo: la salud. Y es que está claro que comiendo sano, estaràs mejor tù y también estarás cuidando más de este planeta. Evita los productos industriales, que además vienen envasados y generan residuos. Consume alimentos que sean ingredientes, no que contengan miles de ingredientes, es decir: frutas, verduras, pescado, huevos, carne, etc., sin conservantes ni colorante ni demàs aditivos y por supuesto libres de químicos, herbicidas y pesticidas en su cultivación o cría (por supuesto lo màs respetuosa posible), es decir de cultivo biológico. Un estudio publicado en la revista PNAS demuestra que los alimentos más dañinos para el ser humano lo son también para el planeta y que hasta el 60% de los factores de riesgo responsables de todas las enfermedades son el resultado de una dieta de mala calidad!
Otra cuestiòn esencial es el recorrido que realizan los alimentos para llegar hasta ti. El transporte de alimentos es una de las actividades más contaminantes del planeta. Aviones, camiones, barcos… transportan a diario miles de toneladas de comida, para que los alemanes puedan comer piña de postre y las uvas lleguen a Brasil. Cuantos más alimentos transportados y no locales consumamos, más estaremos contribuyendo a la contaminación y a las desigualdades sociales. Ejemplo de ello es el terrible efecto de las modas. La sobreproducción de alimentos para cubrir la demanda en otros países tiene un efecto devastador para el planeta y la sociedad. Sucede en la actualidad con el aguacate, con la miel y por supuesto con la carne. El cultivo de aguacates en Chile para su consumo en Europa, ha contribuido enormemente a la sequía de muchas zonas limítrofes, y con ello a las pérdidas de cultivos de otros alimentos en la zona, y por lo tanto al empobrecimiento de muchos pueblos y la pérdida de la biodiversidad de la zona. También sucedió hace poco tiempo con la quinoa, con la vainilla, con el plátano… así que, mi consejo: no te dejes llevar por la publicidad, olvídate de las modas y consume KM0! (o lo más local posible.
«Mi consejo: no te dejes llevar por la publicidad, olvídate de las modas y consume KM0! (o lo más local posible».
Esto está muy relacionado con otras dos cuestiones importantes:
EL RITMO DE LAS COSAS
Tampoco puede ser sostenible una dieta que incluye naranjas en agosto y uvas en abril, como decìa la canción… Una dieta sostenible debe basarse en el consumo de alimentos de temporada. Sabes qué verduras se pueden cultivar todo el ano? Qué frutas se cosechan en diciembre? Hemos perdido un poco la nociòn del tiempo en cuanto a alimentación se refiere y ya no sabemos muchas veces qué productos son de temporada y cuales son de invernadero. Aqui te dejo un calendario de verduras y frutas por estación elaborado por ecoenol por si te puede ayudar un poco cuando vayas al mercado a comprar tu comida (basado en las estaciones europeas, ovviamente cambia también en función de la zona geográfica).
El consumo de recursosy el impacto global y social
Son dos aspectos que no se pueden obviar y se deben tener en cuenta a la hora de elegir una alimentación sostenible. Y aquí llegamos a la carne, pero no solo a la carne. Es cierto que la cría de ganado para abastecer el consumo actual de carne requiere descomunales campos de cultivo, enormes cantidades de agua y mucha energía. La ganadería contribuye a la deforestación, y a la desigualdad social a nivel global. Producir un kilo de carne vacuna usa tanta agua como: 40 lavabos, 300 descargas del WC, 100 veces la cantidad de agua potable por persona calculada por la UNESCO. No es nada sostenible comer carne y tampoco es sano. Pero cuidado! sucede lo mismo con el pescado y parecido con los cereales y las verduras. La pesca industrial esquilma sistemáticamente los mares y su cría conlleva distintos problemas.
Y los vegetales? La dieta vegana es más sostenible? Dejando de comer productos de origen animal se solucionan estos problemas? Desgraciadamente NO. La agricultura produce cerca de un 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero y es la principal causa de la pérdida de bosques. Y no es solo para el cultivo de pienso para animales. El maíz, la soja, el trigo, el aceite de palma… por no hablar del algodón que se cultiva para elaborar tejidos contribuyen notablemente a la contaminación de los suelos y la pérdida de biodiversidad. Y es que la agricultura intensiva utiliza innumerables sustancias tóxicas (agrotóxicos y pesticidas) muy dañinas, para la salud y por supuesto para el ambiente. Es màs, el 35 % de las semillas que se cultivan en el planeta, estàn en manos de UNA sola empresa, que ademàs es una de las mayores productoras de pesticidas. Casualidad? Sabes de quién hablamos? Te invitamos a ver este video.
Es decir, hay que saber de donde viene lo que comemos, porque comer un filete criado en una pequeña granja local de vez en cuando produce menos daños que comer soja a diario.
Por supuesto tampoco nos podemos olvidar de los envases y el plástico que contamina los mares y hasta el aire que respiramos. A esto le dedicaremos otro articulo en profundidad. Daré sólo algunos datos : cada año se producen 500 mil millones de botellas de plástico. Ya se han producido 8,3 mil millones de toneladas de plásticos en el mundo y se prevé que en 2020 se producirá un 900% más. Sin duda, hay que evitar los productos envasados.
Entonces QUÉ COMEMOS?
Teniendo todo lo anterior en cuenta, estos son mis consejos para llevar una dieta lo más sana y sostenible posible:
Consume productos sin aditivos ni tóxicos, a poder ser de cultivo biológico y de producción local y nacional (mejor Km0!). Mira siempre el origen de producción! (o pregunta).
Consume productos lo más naturales posible, evita los productos industriales y envasados.
Come productos de temporada!
Y si puedes cultivar algo tu mismo, es una experiencia muy gratificante.
Come variado. Sea cual sea tu elección, intenta no comer mucho de una cosa y comer lo más variado posible. Evitando aquellos alimentos que provienen de cría o la agricultura intensiva.
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