Reto jabonero: «Jabón reciclado» utilizando restos de jabones para el Soap Challenge de Octubre 2021

¡Estoy muy emocionada! Es la primera vez que participo en el Soap Challenge Club, un club internacional de jaboneros que cada mes propone un reto para realizar un jabón con una técnica distinta. Si queréis saber más: https://soapchallengeclub.com/

El reto del mes de octubre me pareció especialmente interesante. Se trata de realizar un jabón (por saponificación en frío) utilizando restos de jabones realizados anteriormente, es decir, recortes que suelen quedar de elaboraciones anteriores.

Mi propuesta para el reto

Os presento mi propuesta para el reto. Lo he titulado «Let it Scrap». Es un jabón de técnica mixta. La idea era crear un paisaje montañoso con nieve de colores, aprovechando el aspecto que queda en los jabones con éstas técnicas. Os cuento los detalles.

Jabón: let it scrap!

Técnica

Para realizarlo he utilizado una técnica mista, mezclando la técnica conocida como «Ciaglia», que permite realizar un jabón con un porcentaje de restos/recortes de jabón que quedan integrados en el jabón final. En este caso he utilizado un 20% de restos añadidos a los aceites. Además he añadido un 5% más en forma de confetti, la segunda técnica, que no es ni más ni menos que añadir los trocitos de jabón reciclado en la traza.

Ingredientes

  • 350 gr de aceite de oliva
  • 200 gr de aciete de coco
  • 100 gr de aceite de aguacate
  • 90 gr de aceite de arroz
  • 10 gr de ricino
  • 249 gr de agua
  • 20 gr de yogurt
  • 103 gr de hidróxido de sodio (que corresponde a un 8 % de sobreengrasado.
  • 250 gr de restos de jabones de colores.
  • 15 gr de GLDA
  • Aceites esenciales de pino, pachuli, limón, naranja y eucalipto.
  • Arcilla caolin
  • Mica roja para decorar
  • Hojas de eucalipto y lemongrass para decorar

La receta base era:

Elaboración

La elaboración es como la de cualquier otro jabón por saponificación en frío. La diferencia es que antes de añadir la solución cáustica, se baten junto a los aceites los trocitos de jabón (en este caso 200 gr). Esto hace que cogerle el punto a la traza sea mucho más complicado ya que la parte frase es muy espesa ya desde el principio y hay que manejar muy bien la temperatura y los tiempos.

Los otros 50 gramos los añadí en la traza para la parte superior, para crear el efecto nieve de colores.

Herramientas e ingredientes

El resultado final es muy interesante. El aroma fabuloso, y sobre todo de consigue reutilizar al máximo recursos para no desperdiciar nada nada!!

Aquí podéis ver el video de cómo lo hice.

¡ESPERO QUE OS GUSTE!

Champú sólido de kokum, lavanda y bergamota, con hierbas ayurvédicas

Estoy emocionada de lo bien que ha quedado este champú. Me deja el pelo suave y brillante y huele de maravilla! Comparto la receta!

Es un champú para cabello seco y rizado y cuero cabelludo sensible, muy muy delicado, que se puede usar durante el embarazo e incluso para niños a partir de los 3 años.

Es un champú vegetal y natural, sin sulfatos, ni parabenos, ni conservantes, ni ninguna sustancia tóxica.

Además es un champú sólido y, por lo tanto, sin envases ni residuos, zero waste.

EL fruto de kokum

Características y propiedades de los ingredientes principales de este champú:

  • El SCI (sodium cocoyl isethionate) y el glucósido de coco son dos tensioactivos derivados del aceite de coco, muy bien tolerados por la piel, que producen una espuma suave y generosa.
  • El shikakai es rico en saponinas y, por ello ayuda a mejorar el poder lavante del champú de forma muy suave.
  • El sidr es rico en mucílagos, alivia algunos problemas del cuero cabelludo como picores.
  • La manteca de kokum: El kokum es un fruto nativo de las regiones del sur de la India con grandes propiedades a nivel medicinal, muchas de ellas poco conocidas en occidente. Es un potente antibacteriano, antioxidante, antiinflamatorio y anticancerígeno. Contiene multitud de vitaminas y minerales. La manteca de kokum aporta brillo y vitalidad al cabello y ayuda a proteger el cuero cabelludo.
  • El aceite de aguacate aporta brillo y suavidad al cabello, ayuda a reparar la fibra capilar y es muy eficaz contra el encrespamiento. Además favorece el crecimiento capilar y previene la caída.
  • El aceite esencial de lavanda, además de aportar un aroma suave y relajante, es antibacteriano y antimicótico, y ayuda contra eccemas y otras afecciones de la piel y el cuero cabelludo. Además está indicado para todo tipo de pieles.

La fórmula: es muy sencilla.

os pongo los porcentajes para que lo podáis adaptarlo al peso que queráis.

  • 40% SCI
  • 10% Glucosido de coco
  • 10% shikakai
  • 5% sidr
  • 5% amla
  • 5% flor de malva en polvo
  • 10% infusión de malva (puedes poner también un hidrolato)
  • 5% aceite de babasú
  • 3% aceite de aguacate
  • 3% proteínas de la seda
  • 2% inulina
  • 2% vitamina E
  • Unas gotas de aceite esencial de lavanda y de bergamota.

El proceso también es muy sencillo:

Disuelve al baño maría el SCI con la infusión o el hidrolato, sin sobrecalentarlo. Mezcla poco a poco con las hierbas, fuera del fuego. Por otro lado disuelve la manteca y el aceite vegetal, también a baño maría. Añádelo a la mezcla. Cuando esté tibio añade los aceites esenciales y los activos. Después mete la masa en los moldes y deja enfriar. Desenmolda y déjalos 1 o 2 días hasta que estén secos. ¡Listos! ¡Una maravilla!

¿Te gusta esta receta? Si tienes alguna duda, déjame un mensaje!

Cuida tus manos: consejos y receta fácil de crema nutritiva

En estos tiempos de pandemia (ya va pasando, ánimo!), con tanto lavado de manos, gel higienizante, guantes y demás, tenemos la piel seca y agrietada. Y si tienes la piel sensible, como es mi caso, ni te cuento… Picores, eccemas, sarpullidos…

Y es importante cuidar las manos! Nos acostumbramos a cuidar el rostro, el cuello, las piernas, pero a menudo nos olvidaamos de las manos, nuestros mejores instrumentos, nuestra segunda cara. Las manos dicen mucho de nosotras y de nuestra salud, y además se exponen a todas los agentes externos que nos rodean.

Sustancias peligrosas:

Es importante cuidar nuestras manos.

Puedes comprar una crema en el supermercado (o tienda ahora que ya van abriendo todo), pero la mayoría de ellas contienen sustancias que son potencialmente nocivas para el organismo. No tienes más que mirar los ingredientes o INCI: BHT, paraffin, phenoxyethanol…múltiples sustancias que pueden provocar irritación, que son potencialmente disrruptores endocrinos o incluso cancerígenos.

Algunos consejos sencillos para proteger y cuidar las manos:

  • Utiliza un jabón que no contenga sustancias tóxicas, sulfatos, etc. Lo ideal, jabón tradicional y artesanal sólido (así, además, evitas el uso de envases y plástico);
  • Fíjate bien en los ingredientes (o INCI) de los productos que utilizas, tal y como lo haces con los alimentos.
  • Utiliza gel higienizante cuando sea necesario pero no abuses de él. Su alto contenido en alcohol puede resultar irritante para la piel. Y si puedes usar agua y jabón, mejor (además de que es más efectivo contra los virus!)
  • Si tienes que usar guantes en esta temporada de emergencia, elige unos que eviten el sudor, sobre todo en casos de uso prolongado. Si puedes usarlos de algodón o un material similar, mejor todavía.
  • Utiliza crema hidratante para manos diariamente (o las veces que sea necesario) para contrarrestar los efectos de agentes externos (frio, lavado coontinuo, usod e guantes, etc).

¿No sabes qué crema usar? No encuentras una que no contenga sustancias tóxicas? Aquí te dejo tres recetas fáciles y naturales, libres de tóxicos, parabenos, sulfatos, etc, para que cuides tus manos en casa.

Crema nutritiva casera para manos

Facilísima, contiene solo tres ingredientes:

  • 2 cucharadas de Manteca de Karité que es nutritiva, antiinflamatoria, cicatrizante y apta pra todo tipo de pieles. También puedes usar manteca de kokum o manteca de cacao.
  • 1 cucharada de Aceite de almendras.
  • Aceite esencial. Yo propongo lavanda, añade numerosas propiedades (es antibacteriano, antioxidante, antiséptico…) y un aroma suave y relajante. Además tiene muy buena tolerancia por todo tipo de piele. Otra buena opción es el aceite esencial de Palmarosa. Evita los de cítricos, que pueden ser fotosensibilizantes si quieres aplicar la crema en cualquier momento del día.

El procedimiento es muy sencillo: derrite la manteca a baño maria, sin que llegue a sobrecalentarse para que no pierda propiedades. Cuando esté derretida, añade el aceite. Añade el aceite esencial cuando la temperatura haya bajado pero antes de que vuelva a solidificarse y mueve bien. ¡Listo!

Una crema sencilla y efectiva. ¿Qué te parece? Espero que te haya gustado. ¡Hala, a mimar esas manos!

Extracto u oleato de caléndula, ¡facilísimo!

Las plasntas medicinales nos ofrecen muchas opciones saludables y sencillas de realizar nuestro propios cosméticos en casa. Productos naturales, libres de tóxicos y de plásticos.

Uno de mis extractos preferidos, y que es muy fácil de preparar y muy versátil, es el oleato de caléndula.

La caléndula es una «flor joya», llena de propiedades para par la piel y el organismo, apta para todas las personas de todas las edades, con un aroma super agrdable. Vamos, yo la adoro y últimamente siempre tengo en casa. Además es fácil de cultivar!

Me encanta porque es súper versátil, se puede usar como bálsamo labial hidratante, para suavizar durezas, calmar quemaduras o para realizar otras fórmulas un poquito más completas como unguentos o linimentos.

Además vale para todo tipo de pieles, incluso para las más delicadas, atópicas, niños/as y embarazadas.

¿Qué propiedades tiene para este bálsamo para la piel?:

  • Es hidratante
  • Es cicatrizante
  • Tiene un alto contenido de carotenoides, los antioxidante que ayudan a nuestro organismo en la producción de la vitamina A, muy importante para la salud de nuestra piel.
  • Es antiinflamatorio.
  • Es antiséptico (es decir, es antimicrobiana y previene infecciones).
  • Es calmante, alivia picores, rojeces e irritaciones.

La fórmula es sencillisima, sono necesitas 3 ingredientes:

Ingredientes:

  1. 10 gramos de flores de caléndula. Pueden ser frescas si la cultivas o secas. Las venden en herbolarios. Es más seguro usarlas secas, ya que con las frescas hay que tener mucha precaución para que no se cree moho.
  2. 50 gramos de aceite vegetal. Yo utilizo el de oliva virgen extra o el de almendras dulces porque son buenos portadores (es decir, que extraen bien los principios activos de las plantas), y además tienen buenas propiedades de por sí.

¿Cómo se hace?

Se trata simplemente de macerar las flores de caléndula en aceite. Introducimos las flores en un frasco muy bien limpio y seco y las cubrimos con el aceite. Lo dejamos macerar 40 días.

Pasados los 40 días, lo filtras bien con una gasa de algodón o un colador muy fino y ya lo puedes utilizar.

También se puede hacer en caliente, si tienes algo de prisa, pero debes de tener mucho cuidado de que la temperatura no sobrepase los 50 grados para que el aceite y las flores no se quemen o pierdan sus propiedades. Lo calientas a baño maría suave durante 3 horas y ya lo tienes! Así de fácil.

¿qué te parece? Lo vas a intentar? Cuéntame!

Que nada vuelva a ser como antes… ¡Que esta cuarentena sea una revolución personal y social!

Miedo, angustia, tristeza, frustración, desconcierto… Lo que está claro es que la situación de emergencia mundial nos ha puesto al límite en todos los sentidos, y eso también ha despertado en nosotras nuevas emociones. Nos ha hecho reflexionar sobre grandes y pequeñas cosas de la vida: sobre el ritmo de las cosas y el paso del tiempo, sobre nuestras rutinas, nuestros valores y nuestros sueños (cumplidos o por cumplir), sobre lo que funciona y lo que no en nuestras sociedades, y lo afortunados que somos en unos países respecto a otros, sobre lo que significa realmente la solidaridad, sobre el planeta y el impacto de la humanidad, sobre el efecto que tenemos en el mundo… Si algo tengo claro es que estoy aprendiendo día a día, y tengo un gran deseo para cuando esto termine (o vaya pasando…)

¡Que nada vuelva a ser como antes!

Porque de todo este mejunje sentimental y experiencial, de todo lo que ha cambiado, espero que algunas lecciones no desaparezcan:

Sigamos apreciando y valorando los trabajos de cuidados y de servicios básicos

Nos hemos dado cuenta de que los y las médicos y enfermeros, transportistas, barrenderas/os, limpiadores/as, camioneros/as, repartidores/as, las cajeros/as del supermercado, cuidadoras/es, maestros/as… son imprescindibles para que una sociedad siga adelante. Que sin ellos y ellas, las sociedades están vacías y que lo que por norma se consideran trabajos «de tercera», son en realidad los que nos mantienen vivos. Defendamos y valoremos los trabajos de cuidados y de servicios básicos! Que todo esto sirva para que las personas que se dedican a los cuidados y a los servicios básicos ganen sueldos justos y su trabajo sea valorado como merece, no solo ahora que nos parecen imprescindibles, porque siempre lo son y lo serán.

Estamos pasando tiempo con nuestro núcleo familiar de forma distinta, como nunca antes. ¡Sigamos exigiéndonos tiempo de calidad con los nuestros!

Estamos juntos las 24 horas del día, y hasta nuestra casa se ha transformado: en oficina, escuela, parque de juegos, gimnasio, restaurante, prado para hacer picnic… Nos hemos adaptado a todo y no ha sido fácil. Pero poder pasar más tiempo con los nuestros no tiene precio: comer juntos cada día, hablar de todo y de nada, reír y llorar, y jugar, jugar y jugar con nuestros hijos e hijas! Hemos inventado historias, hecho pasteles, transformado el salón en sala de conciertos, teatro, circo… E incluso recuperado juegos que teníamos olvidados en nuestra memoria, o inventado juegos y manualidades increíbles! Compaginarlo con el trabajo y la vida diaria es realmente agotador. Pero estoy segura de que recordaremos estos momentos toda la vida. Luchemos por la conciliación y por pasar tiempo de calidad con nuestros hijos!

Hemos ampliado con creces nuestras habilidades. ¡Que no paren!

Nos hemos convertido en cocineros, labradores, hortelanos, artesanos y artistas, fontaneros o electricistas… Modistos, zapateros o bailarines. Hemos aprendido a hacer muchas cosas en casa que antes no hacíamos. Hemos hecho pan y tartas, platos gurmet, croquetas, torrijas (yo al menos aprovechando para cocinar un poco de melancolía española!), hemos experimentado con colorantes y texturas. Vale, igual no nos ha salido todo bien (los dulces no son lo mio por desgracia), pero lo hemos intentado! Hemos dejado volar nuestra imaginación y salido de nuestra zona mental de confort. Antes de todo esto ya llevaba un tiempo haciendo también jabones, champús, y otros cosméticos con productos naturales… en esta temporada, saber que puedo producir muchas de las cosas básicas que necesito, me ha dado mucha tranquilidad e infinita satisfacción. Si no has probado aún y tienes curiosidad, te invito a hacerlo. ¡Sigamos desatando nuestra imaginación y desarrollando nuestras habilidades para la vida!

Hemos reorganizado nuestros valores y nuestros sueños. ¡Que no se nos olviden!

Nos hemos dado cuenta de que nos hace falta mucho menos de lo que pensábamos para estar bien y ser felices: un ratito de sol, una buena comida, la llamada de un amigo… Consumir y gastar ha pasado a un segundo plano y estamos aprendiendo a aprovechar todo lo que tenemos en casa. Y no nos falta de nada (o lo que nos falta puede esperar). Que no se nos olvide cuáles son las cosas realmente importantes para la vida.

En estos días, me ha quedado clarísimo que lo que me lo que me mantiene viva, lo que me da paz son cosas sencillas: pasar tiempo con los míos (y hablar a menudo con los que tengo lejos), cuidar de ellos (y que me cuiden, claro!), comer bien, mis plantas, el huerto, mis gatos… pasar tiempo en contacto con la naturaleza, y un poco de cultura! La música, el cine, los libros (y también la magia, la ópera, todo!)… son alimento para la mente y el espíritu, y aunque muchas veces también se considera algo secundario, en este tiempo de encierro, es algo que creo que a todas y a todos nos ha aportado, no solo momentos de entretenimiento, sino también momentos de emoción, de reflexión, de alegría, de desahogo… Defendamos el acceso a la cultura de calidad.

Todo vale y nada se tira. ¡Sigamos reduciendo nuestros residuos! (y aprovechándolo todo)

No sé vosotras… Yo he alucinado con la cantidad de cosas que he podido arreglar, reutilizar, reparar, reusar, y reinvintar en estos días. Quizás hace unos meses, muchas cosas las habría aparcado o desechado y habría comprado otras nuevas. Pero durante este tiempo, con las tiendas cerradas, 3/4 personas en casa y limitados recursos… he visto como con un poco de imaginación, realmente no son tan limitados, dan para mucho muchísimo. Las cajas de fruta se han convertido en trenes de alto recorrido, las telas o ropas viejas en disfraces, muñecos, adornos, los restos de verduras en nuevos brotes. Con harina y colorantes alimentarios hemos hecho (aparte de pan) adornos de primavera y de pascua, plastilina y mil cosas más. El hilo de pescar y el esparadrapo sirven para arreglarlo casi todo. Y es que nos hemos convertido en una especie de McGivers (el que arreglaba todo con esparadrapo chicle). Que se rompe algo, lo arreglo. Que falta algo, siempre hay alternativa. Lo que está claro es que NO SE TIRA NADA. Cuanto más limitados están los recursos, más nos damos cuenta de su valor. Sigamos valorando lo que tenemos, y evitando el desperdicio! por nosotros mismos y por el planeta.

Seamos más empáticos y solidarios

A nivel político, siento una gran decepción con la falta de solidaridad en Europa. En Italia hemos recibido más ayuda de países como China o Cuba que de nuestros propios vecinos. A nivel personal hemos aprendido a mirar a los vecinos de otra manera. A conocer a muchos que hasta hace poco eran invisibles. Sea a nivel global o individual, para mí está claro que compartir recursos, conocimiento y experiencias nos hace mucho más ricos, y nos proporciona muchas ventajas frente a las adversidades. Espero que la solidaridad se considere algo imprescindible en el futuro próximo.

También podemos ser más humanos y humildes

Una de las cosas que me han gustado de esta temporada, y que me han hecho sentir más tranquila con la vida, ha sido ver la parte más humana de la gente… Ver a los hijos de mis compañeras y compañeros de trabajo correteando por detrás en las reuniones virtuales, verlos en pantuflas o sin afeitar… ver a los vecinos que salen a sacar la basura arreglados como de domingo… En fin, ver esa cara que normalmente escondemos un poquito a los demás, pero que al final nos hace a todos más parecidos y ayuda a entender que todos tenemos nuestros días buenos y malos, nuestros problemas, nuestros sueños… que no somos de piedra y que no pasa nada por mostrar un poquito esas «imperfecciones de la vida real». Que todo esto nos permita ser más naturales y cercanos, más humanos.

Por otro lado, para mí una extraña lección de todo esto ha sido darme cuenta de que en realidad muchas veces ayudamos más haciéndonos pequeñitos, parando, quedándonos quietecitos en casa, dejando de actuar. Y es una lección extraña, yo siempre he creído en el activismo, en salir a la calle, en protestar… Pero esta vez nos ha tocado aprender que reducir el ritmo a veces es mejor para todos. Que no podemos resolverlo todo, o no de forma individual. Humildad.

Acostumbrémonos a respirar aire más puro

Hemos visto como en pocas semanas, el parón de transporte y movimiento humano ha ayudado a mejorar muchísimo la calidad del aire, muchas especies de platas y animales se están recuperando o han vuelto a lugares donde no se veían desde hacía mucho tiempo. Es una lección dura, pero muy real: el mundo no nos necesita, somos nosotros los que necesitamos al mundo, un mundo sano, un mundo en el que quepamos todos y todas, en el que dejemos respirar a los demás tal y como nos gusta respirar a a nosotros.

Prueba de ello es que los animales están volviendo a lugares donde hace muchos años no se veían, gracias a la ausencia de humanos. Delfines en los puertos de Trieste, cisnes y peces en los canales de Venecia, jabalíes en las calles de Barcelona, osos en zonas rurales… la naturaleza sigue su curso y nos manda un mensaje, dejando muy claro que nuestra huella es demasiado grande, que se nos ha ido de las manos pero que aun estamos a tiempo de responder de otra manera. Espero que todo esto haya servido para darnos cuenta de lo importante que es «decrecer», cambiar de paradigma, apostar por un sistema que sea más ecuo y respetuoso con el medio en el que vivimos. Que aquellos que han decidido coger la bici para evitar el contacto humano, lo sigan haciendo porque es más sano y ecológico. Que se invierta más en políticas verdes, que se aproveche esta crisis, como una oportunidad para establecer un nuevo orden de prioridades.

Delfín frente al Castello di Miramare, en Trieste.

Que los abrazos sean sentidos

Como los que tanto me gustaría dar a mis padres, mi hermana, mi sobrina, mis amigos y amigas. Esos que reconfortan, que cargan las pilas, que hacen suspirar, que te reconectan con el mundo. Esos abrazos que ahora nos faltan tanto… démoslos más sentidos que nunca. Porque son curativos y fortalecen. En cuanto esto acabe, tengo preparados unos cuantos para unas cuantas personas…

El mejor antiviral: la naturaleza. Y si no puedes salir, hazla crecer en casa! Reto sostenible de marzo.

Con todo el lío de la emergencia sanitaria y el confinamiento en casa, se me ha pasado el mes de marzo sin escribir. No he tenido ni el tiempo, ni la energía ni la cabeza para escribir ideas o retos para el mes de marzo. Ahora con las ideas un poco más colocadas, voy a intentar publicar distintas entradas para compartir algunas actividades que puedes hacer solo o en familia, sin salir de casa y con material que tienes en casa o puedes encontrar en un supermercado, y que te pueden ayudar a llevar mejor esta situación y además te pueden aportar algo positivo y nuevo en tu día a día. La primera: cómo llevarte un poco de naturaleza a casa (ya que no podemos ir nosotros a ella).

La naturaleza es salud!

Aquí, en el norte de Italia, donde vivo, las escuelas, los teatros, los cines, llevan cerrados desde carnaval… y confinados en casa ya llevamos un mes. En este tiempo, nuestra mente ha pasado por muchas fases: angustia y desasosiego, esperanza, resignación… Hemos tenido que reorganizar nuestros horarios, rutinas y actividades, e incluso la disposición de la casa! Compaginar el trabajo en casa con niños (para que no se aburran y mantengan la mente despierta), tener la casa decente, mantener la harmonía entre todos, comprar y cocinar, la limpieza etc sin salir, está siendo un verdadero desafío mental, espiritual y una especie de experimento social loco. En este tiempo, me he dado cuenta de que las cosas que llevo poniendo en práctica desde que empecé este blog (la autoproducción, volver a lo esencial, minimizar, repensar las necesidades), me están resultando más útiles que nunca y además, me dan mucha satisfacción y serenidad y me ayudan a llevar mejor el ritmo de esta extraña cuarentena. Pero estamos ya saturados del tema así que vamos a lo que vamos.

Plantas, flores semillas, que surja la vida!

La naturaleza aporta salud y bienestar. Acercarnos a la naturaleza reduce el estrés. Hay muchos estudios al respecto. Os dejo por ejemplo el link a un estudio en concreto, demuestra que la cercanía de los espacios verdes es beneficiosa para prevenir las enfermedades con más incidencia en nuestra sociedad y que están asociadas a una muerte prematura. Es un estudio que evalúa 140 estudios previos que involucraron a 290 millones de personas de 20 países. Además muchas plantas tienen propiedades que nos pueden ayudar en estos tiempos a mantener fuerte el sistema inmunológico, sobre todo frutas y verduras ricas en vitamina c y d.

Y me diréis, pero qué mala leche, justo ahora que no podemos salir de casa?? que estoy deseando salir de una vez a dar un paseo, de excursión, de viaje…

Pues precisamente porque estamos encerrados en casa, sin poder dar un paseo o acercarnos al parque es tan importante y beneficioso que acerquemos la naturaleza a nosotros y le dediquemos tiempo a las plantas. Asi que, mi consejo es:

PLANTA, CUIDA Y RECOGE SUS FRUTOS.

¿Qué necesito?

Solo necesitas unas semillas, un poco de tierra (en algunos casos ni siquiera), agua y un recipiente.

¿Dónde encuentro el material ahora?

Semillas y plantas: En muchos supermercados venden semillas y plantas, y si no, seguro que tienes alguna en casa y no te has dado cuenta. Comes pipas de girasol, semillas de lino, o de comino? Naranjas, limones, aguacates? en tu comida diaria encontrarás un montón de semillas que puedes plantar.

Macetas y recipientes: Si no tienes macetas, puedes utilizar material reciclado, como las hueveras de cartón o las cáscaras de huevo (para empezar, incluso mejor!). También puedes usar los envases del yogurt, o botes o latas de salsas y conservas de cualquier material. Así incluso reducirás tu basura!

La tierra: Para la tierra seguro que tienes alguna maceta vieja con tierra de una plantita que ya no está. También en este post te explicaba como hacer compost en casa o como aprovechar la basura orgánica para las plantas.

¿Cómo se hace?

Solo tienes que poner las semillas en un poco de tierra (a medio centímetro de profundidad, y regarlas un poquito cada día. En pocos días, verás los brotes. Cuando la plantita esté bastante grande (5 cm por lo menos), trasplántala a una maceta. Muchos de los brotes se pueden comer y aportan muchísimas propiedades (alfalfa, albahaca, rábano…) y si las sigues cuidando en pocas semanas puedes tener preciosas plantas de especias, hortalizas, flores…

Los niños y las niñas se lo pasan pipa plantando y regando, pueden ayudar a partir del año y medio edad. Así que también es una actividad genial para hacer estos días, compartiendo momentos creativos juntos.

También puedes aprovechar los restos de muchas verduras y hortalizas para hacerlas crecer. Aquí os dejo un vídeo de cómo hacerlo:

Y aqui también te dejo los pasos para plantar un hueso de aguacate:

Cómo plantar un hueso de aguacate.

Es muy fácil, se pone en agua con 3 palillos clavados para mantener la mitad del hueso fuera del agua y en unos días, verás la raíz por debajo y el tallo por arriba (asegúrate de colocarlo en la posición correcta, con el piquito hacia arriba). Cuando ya esté más grande, transplantala.

Beneficios de plantar y tener plantas en casa:

  1. Aportan oxigeno, limpian el aire.
  2. Sus frutos, raíces, hojas pueden ser una parte importante de tu alimentación (aportándote salud y ayudándote a ahorrar).
  3. Muchas tienen propiedades beneficiosas para el organismo con las que puedes realizar un montón de cosas en casa, como infusiones, bálsamos, baños calientes o incluso jarabes (nunca para sustituir medicinas y siempre con mucho cuidado!).
  4. Para los niños, la naturaleza es un campo infinito de juegos, un aula magnifica de aprendizaje, es medicina.
  5. Dan color a la vida!
  6. Aromatizan la casa.
  7. Atraen y ahuyentan insectos. Algunas aromáticas como la albahaca o la lavanda, ahuyentan a los mosquitos. Otras flores y plantas (como la verbena, la echinacea o la alcea), atraen mariposas u abejas que ayudan a polinizar hortalizas y flores.

Yo de momento he plantado albahaca, tomates, pepinos, lechuga, aguacate, rábanos, remolacha, ajo… Todo esto dentro de casa. Así que espero enseñaros un pequeño huerto (y ensaladas!) en pocas semanas.

Espero que os haya gustado, en la próxima entrada quiero compartir los pasos para hacer jabón en casa y otros recursos para estos días de encierro. Un abrazo muy fuerte y mucho ánimo a todas y a todos. #todosaldrábien #andràtuttobene