¡Estoy muy emocionada! Es la primera vez que participo en el Soap Challenge Club, un club internacional de jaboneros que cada mes propone un reto para realizar un jabón con una técnica distinta. Si queréis saber más: https://soapchallengeclub.com/
El reto del mes de octubre me pareció especialmente interesante. Se trata de realizar un jabón (por saponificación en frío) utilizando restos de jabones realizados anteriormente, es decir, recortes que suelen quedar de elaboraciones anteriores.
Mi propuesta para el reto
Os presento mi propuesta para el reto. Lo he titulado «Let it Scrap». Es un jabón de técnica mixta. La idea era crear un paisaje montañoso con nieve de colores, aprovechando el aspecto que queda en los jabones con éstas técnicas. Os cuento los detalles.
Jabón: let it scrap!
Técnica
Para realizarlo he utilizado una técnica mista, mezclando la técnica conocida como «Ciaglia», que permite realizar un jabón con un porcentaje de restos/recortes de jabón que quedan integrados en el jabón final. En este caso he utilizado un 20% de restos añadidos a los aceites. Además he añadido un 5% más en forma de confetti, la segunda técnica, que no es ni más ni menos que añadir los trocitos de jabón reciclado en la traza.
Ingredientes
350 gr de aceite de oliva
200 gr de aciete de coco
100 gr de aceite de aguacate
90 gr de aceite de arroz
10 gr de ricino
249 gr de agua
20 gr de yogurt
103 gr de hidróxido de sodio (que corresponde a un 8 % de sobreengrasado.
250 gr de restos de jabones de colores.
15 gr de GLDA
Aceites esenciales de pino, pachuli, limón, naranja y eucalipto.
Arcilla caolin
Mica roja para decorar
Hojas de eucalipto y lemongrass para decorar
La receta base era:
Elaboración
La elaboración es como la de cualquier otro jabón por saponificación en frío. La diferencia es que antes de añadir la solución cáustica, se baten junto a los aceites los trocitos de jabón (en este caso 200 gr). Esto hace que cogerle el punto a la traza sea mucho más complicado ya que la parte frase es muy espesa ya desde el principio y hay que manejar muy bien la temperatura y los tiempos.
Los otros 50 gramos los añadí en la traza para la parte superior, para crear el efecto nieve de colores.
Herramientas e ingredientes El corte
El resultado final es muy interesante. El aroma fabuloso, y sobre todo de consigue reutilizar al máximo recursos para no desperdiciar nada nada!!
Miedo, angustia, tristeza, frustración, desconcierto… Lo que está claro es que la situación de emergencia mundial nos ha puesto al límite en todos los sentidos, y eso también ha despertado en nosotras nuevas emociones. Nos ha hecho reflexionar sobre grandes y pequeñas cosas de la vida: sobre el ritmo de las cosas y el paso del tiempo, sobre nuestras rutinas, nuestros valores y nuestros sueños (cumplidos o por cumplir), sobre lo que funciona y lo que no en nuestras sociedades, y lo afortunados que somos en unos países respecto a otros, sobre lo que significa realmente la solidaridad, sobre el planeta y el impacto de la humanidad, sobre el efecto que tenemos en el mundo… Si algo tengo claro es que estoy aprendiendo día a día, y tengo un gran deseo para cuando esto termine (o vaya pasando…)
¡Que nada vuelva a ser como antes!
Porque de todo este mejunje sentimental y experiencial, de todo lo que ha cambiado, espero que algunas lecciones no desaparezcan:
Sigamos apreciando y valorando los trabajos de cuidados y de servicios básicos
Nos hemos dado cuenta de que los y las médicos y enfermeros, transportistas, barrenderas/os, limpiadores/as, camioneros/as, repartidores/as, las cajeros/as del supermercado, cuidadoras/es, maestros/as… son imprescindibles para que una sociedad siga adelante. Que sin ellos y ellas, las sociedades están vacías y que lo que por norma se consideran trabajos «de tercera», son en realidad los que nos mantienen vivos. Defendamos y valoremos los trabajos de cuidados y de servicios básicos! Que todo esto sirva para que las personas que se dedican a los cuidados y a los servicios básicos ganen sueldos justos y su trabajo sea valorado como merece, no solo ahora que nos parecen imprescindibles, porque siempre lo son y lo serán.
Estamos pasando tiempo con nuestro núcleo familiar de forma distinta, como nunca antes. ¡Sigamos exigiéndonos tiempo de calidad con los nuestros!
Estamos juntos las 24 horas del día, y hasta nuestra casa se ha transformado: en oficina, escuela, parque de juegos, gimnasio, restaurante, prado para hacer picnic… Nos hemos adaptado a todo y no ha sido fácil. Pero poder pasar más tiempo con los nuestros no tiene precio: comer juntos cada día, hablar de todo y de nada, reír y llorar, y jugar, jugar y jugar con nuestros hijos e hijas! Hemos inventado historias, hecho pasteles, transformado el salón en sala de conciertos, teatro, circo… E incluso recuperado juegos que teníamos olvidados en nuestra memoria, o inventado juegos y manualidades increíbles! Compaginarlo con el trabajo y la vida diaria es realmente agotador. Pero estoy segura de que recordaremos estos momentos toda la vida. Luchemos por la conciliación y por pasar tiempo de calidad con nuestros hijos!
Hemos ampliado con creces nuestras habilidades. ¡Que no paren!
Nos hemos convertido en cocineros, labradores, hortelanos, artesanos y artistas, fontaneros o electricistas… Modistos, zapateros o bailarines. Hemos aprendido a hacer muchas cosas en casa que antes no hacíamos. Hemos hecho pan y tartas, platos gurmet, croquetas, torrijas (yo al menos aprovechando para cocinar un poco de melancolía española!), hemos experimentado con colorantes y texturas. Vale, igual no nos ha salido todo bien (los dulces no son lo mio por desgracia), pero lo hemos intentado! Hemos dejado volar nuestra imaginación y salido de nuestra zona mental de confort. Antes de todo esto ya llevaba un tiempo haciendo también jabones, champús, y otros cosméticos con productos naturales… en esta temporada, saber que puedo producir muchas de las cosas básicas que necesito, me ha dado mucha tranquilidad e infinita satisfacción. Si no has probado aún y tienes curiosidad, te invito a hacerlo. ¡Sigamos desatando nuestra imaginación y desarrollando nuestras habilidades para la vida!
Hemos reorganizado nuestros valores y nuestros sueños. ¡Que no se nos olviden!
Nos hemos dado cuenta de que nos hace falta mucho menos de lo que pensábamos para estar bien y ser felices: un ratito de sol, una buena comida, la llamada de un amigo… Consumir y gastar ha pasado a un segundo plano y estamos aprendiendo a aprovechar todo lo que tenemos en casa. Y no nos falta de nada (o lo que nos falta puede esperar). Que no se nos olvide cuáles son las cosas realmente importantes para la vida.
En estos días, me ha quedado clarísimo que lo que me lo que me mantiene viva, lo que me da paz son cosas sencillas: pasar tiempo con los míos (y hablar a menudo con los que tengo lejos), cuidar de ellos (y que me cuiden, claro!), comer bien, mis plantas, el huerto, mis gatos… pasar tiempo en contacto con la naturaleza, y un poco de cultura! La música, el cine, los libros (y también la magia, la ópera, todo!)… son alimento para la mente y el espíritu, y aunque muchas veces también se considera algo secundario, en este tiempo de encierro, es algo que creo que a todas y a todos nos ha aportado, no solo momentos de entretenimiento, sino también momentos de emoción, de reflexión, de alegría, de desahogo… Defendamos el acceso a la cultura de calidad.
Todo vale y nada se tira. ¡Sigamos reduciendo nuestros residuos! (y aprovechándolo todo)
No sé vosotras… Yo he alucinado con la cantidad de cosas que he podido arreglar, reutilizar, reparar, reusar, y reinvintar en estos días. Quizás hace unos meses, muchas cosas las habría aparcado o desechado y habría comprado otras nuevas. Pero durante este tiempo, con las tiendas cerradas, 3/4 personas en casa y limitados recursos… he visto como con un poco de imaginación, realmente no son tan limitados, dan para mucho muchísimo. Las cajas de fruta se han convertido en trenes de alto recorrido, las telas o ropas viejas en disfraces, muñecos, adornos, los restos de verduras en nuevos brotes. Con harina y colorantes alimentarios hemos hecho (aparte de pan) adornos de primavera y de pascua, plastilina y mil cosas más. El hilo de pescar y el esparadrapo sirven para arreglarlo casi todo. Y es que nos hemos convertido en una especie de McGivers (el que arreglaba todo con esparadrapo chicle). Que se rompe algo, lo arreglo. Que falta algo, siempre hay alternativa. Lo que está claro es que NO SE TIRA NADA. Cuanto más limitados están los recursos, más nos damos cuenta de su valor. Sigamos valorando lo que tenemos, y evitando el desperdicio! por nosotros mismos y por el planeta.
Seamos más empáticos y solidarios
A nivel político, siento una gran decepción con la falta de solidaridad en Europa. En Italia hemos recibido más ayuda de países como China o Cuba que de nuestros propios vecinos. A nivel personal hemos aprendido a mirar a los vecinos de otra manera. A conocer a muchos que hasta hace poco eran invisibles. Sea a nivel global o individual, para mí está claro que compartir recursos, conocimiento y experiencias nos hace mucho más ricos, y nos proporciona muchas ventajas frente a las adversidades. Espero que la solidaridad se considere algo imprescindible en el futuro próximo.
También podemos ser más humanos y humildes
Una de las cosas que me han gustado de esta temporada, y que me han hecho sentir más tranquila con la vida, ha sido ver la parte más humana de la gente… Ver a los hijos de mis compañeras y compañeros de trabajo correteando por detrás en las reuniones virtuales, verlos en pantuflas o sin afeitar… ver a los vecinos que salen a sacar la basura arreglados como de domingo… En fin, ver esa cara que normalmente escondemos un poquito a los demás, pero que al final nos hace a todos más parecidos y ayuda a entender que todos tenemos nuestros días buenos y malos, nuestros problemas, nuestros sueños… que no somos de piedra y que no pasa nada por mostrar un poquito esas «imperfecciones de la vida real». Que todo esto nos permita ser más naturales y cercanos, más humanos.
Por otro lado, para mí una extraña lección de todo esto ha sido darme cuenta de que en realidad muchas veces ayudamos más haciéndonos pequeñitos, parando, quedándonos quietecitos en casa, dejando de actuar. Y es una lección extraña, yo siempre he creído en el activismo, en salir a la calle, en protestar… Pero esta vez nos ha tocado aprender que reducir el ritmo a veces es mejor para todos. Que no podemos resolverlo todo, o no de forma individual. Humildad.
Acostumbrémonos a respirar aire más puro
Hemos visto como en pocas semanas, el parón de transporte y movimiento humano ha ayudado a mejorar muchísimo la calidad del aire, muchas especies de platas y animales se están recuperando o han vuelto a lugares donde no se veían desde hacía mucho tiempo. Es una lección dura, pero muy real: el mundo no nos necesita, somos nosotros los que necesitamos al mundo, un mundo sano, un mundo en el que quepamos todos y todas, en el que dejemos respirar a los demás tal y como nos gusta respirar a a nosotros.
Prueba de ello es que los animales están volviendo a lugares donde hace muchos años no se veían, gracias a la ausencia de humanos. Delfines en los puertos de Trieste, cisnes y peces en los canales de Venecia, jabalíes en las calles de Barcelona, osos en zonas rurales… la naturaleza sigue su curso y nos manda un mensaje, dejando muy claro que nuestra huella es demasiado grande, que se nos ha ido de las manos pero que aun estamos a tiempo de responder de otra manera. Espero que todo esto haya servido para darnos cuenta de lo importante que es «decrecer», cambiar de paradigma, apostar por un sistema que sea más ecuo y respetuoso con el medio en el que vivimos. Que aquellos que han decidido coger la bici para evitar el contacto humano, lo sigan haciendo porque es más sano y ecológico. Que se invierta más en políticas verdes, que se aproveche esta crisis, como una oportunidad para establecer un nuevo orden de prioridades.
Delfín frente al Castello di Miramare, en Trieste.
Que los abrazos sean sentidos
Como los que tanto me gustaría dar a mis padres, mi hermana, mi sobrina, mis amigos y amigas. Esos que reconfortan, que cargan las pilas, que hacen suspirar, que te reconectan con el mundo. Esos abrazos que ahora nos faltan tanto… démoslos más sentidos que nunca. Porque son curativos y fortalecen. En cuanto esto acabe, tengo preparados unos cuantos para unas cuantas personas…
El 5 de febrero fue el Dia Internacional contra el Desperdicio Alimentario. Y es que es totalmente inadmisible la cantidad de alimentos que se tiran a la basura cada día. Aquí comparto algunos datos obtenidos de los informes de la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la alimentación) que ponen los pelos de punta:
El despilfarro mundial de alimentos se calcula en 1.300 millones de toneladas anuales ( aproximadamente 1/3 de los alimentos del mundo).
La huella de carbono del despilfarro de alimentos se estima en 3.300 millones de toneladas de equivalente de CO2 de gases de efecto invernadero liberados a la atmósfera por año.
El volumen total de agua que se utiliza cada año para producir los alimentos que se pierden o desperdician (250km3) equivale al caudal anual del río Volga en Rusia, o tres veces el volumen del lago de Ginebra.
El 28% por ciento de la superficie agrícola del mundo- se usan anualmente para producir alimentos que se pierden o desperdician.
Sólo un bajo porcentaje de los alimentos desperdiciados es compostado: una gran parte termina en los vertederos, y representa un porcentaje elevado de los residuos sólidos urbanos. Las emisiones de metano de los vertederos representan una de las mayores fuentes de emisiones de GEI del sector de los residuos.
El compostaje doméstico puede desviar potencialmente hasta 150 kg de residuos de alimentos por hogar al año y que no terminen en el sistema local de tratamiento de basuras.
¿Qué podemos hacer? El compostaje en casa parece una cosa muy complicada y engorrosa pero en realidad es muy sencillo! Te cuento las ventajas, y mi experiencia:
¿Qué es el COMPOST? El compost es un fertilizante natural, hecho de materia orgánica a través de un proceso biológico de oxidaciòn. O más sencillo, es un abono que se obtiene a partir de los desecho de origen orgánico (hojas secas, restos de comida, tierra, carton, etc).
¿Como se hace el compost? Tan sencillo como usar una compostera, un recipiente o depósito en el que se van echando los desechos orgánicos. Solo hay que esperar y mover de vez en cuando el compuesto. Y en unos 90 días, ya tienes compost!
¿Qué se puede echar en la compostera? Pues todo lo que son restos orgánicos: cáscaras de frutas, restos de comida, pequeños trozos de cartón como el de los envases de los huevos, hojas y ramas secas…
¿ Qué ventajas tiene compostar? Para empezar yo he reducido la producción de residuos (basura) a la mitad! ¿Tanto? Pues sì, los desechos orgánicos constituyen de un 40% a un 60% de nuestra basura llevando una dieta equilibrada. Por lo tanto, conviertes ese porcentaje de basura en fertilizante que puedes utilizar para plantar o cultivar hortalizas, especias o lo que se te ocurra! Cerrando así el circulo. Además, en muchos lugares las instituciones dan ayudas a aquellas personas que compostan y producen menos basura. En Trieste, donde vivo, por ejemplo, teniendo una compostera, pagas un 30% menos de tasas de basura. Que no es poco! Sé que en Cerceda por ejemplo también existen esas ayudas. Comprueba la normativa de tu ciudad o población!
En definitiva, es una forma sencillísima de cuidar el ambiente, ahorrar dinero, sacar menos la basura, y tener unas plantas mucho más sanas y productivas de forma natural, con fertilizante gratis y en casa!
Es posible hacer compost en casa? ¡Claro que si! Si tienes un jardín o una terraza con plantas, ¡ni te lo pienses! Hazte ya con una compostera. Es realmente sencilla de utilizar. Si vives en un apartamento, quizás no puedas usar toda la materia orgánica, ya que se produce bastante cantidad de fertilizante pero al menos una gran parte si puedes usarla para las plantas ornamentales o especias , por ejemplo. Estaràn ademas mucho mas sanas.
¿Como elijo mi compostera?
Las hay de miles de tamaños y formas e incluso en internet hay un montón de tutoriales para construir una con materiales reciclados. Aqui te dejo algunos ejemplos:
Existen composteras fabricadas específicamente para espacios pequeños. Y también se pueden fabricar. Te dejo este video de como hacer una con macetas porque me parece preciosa.
Tambièn las hay quimicas (la verdad es que no las conozco mucho porque huyo de los químicos en casa todo lo posible, pero se que permiten tener en casa compost sin producir olor y descomponen la materia orgánica en pocas horas) o hechas específicamente para añadir lombrices, que aceleran el proceso de descomposición de la materia orgánica y ayudan a producir un compost de mayor calidad. Lo cierto es que en la mía las lombrices han salido o llegado solitas, y dejan el compost como si fuera tierra limpia y sin ningún olor. Y a mi hija le encanta ir de vez en cuando a verlas jeje.
Que no hacen nada!
¿Qué precauciones hay que tener? Para evitar malos olores sobre todo si la tienes en un apartamento, te aconsejo que no echas restos de carne ni pescado ya que la descomposición es mucho más lenta y compleja y huele muy mal. Las cáscaras duras como las de la naranja, también tardan más en degradarse pero si no tienes prisa, puedes echarlas (sin pasarte para que no acidifique demasiado el compost). Lo demás (restos de fruta, verdura, cereales, cáscara de huevos, posos de café) producen un excelente compost. La compostera debe estar en un lugar ventilado y hay que moverlo de vez en cuando para evitar que se caliente demasiado el compuesto ya que, como quizás sepas, la materia orgánica en descomposición produce gas.
¿No lo ves claro? Si todavía no te atreves a dar el paso, puedes empezar por guardar y utilizar algunos de los desechos orgánicos como las cáscaras de huevo y los posos del café. Estas dos cosas por ejemplo, las puedes echar directamente en trocitos en tus plantas y servirán de abono y no huelen mal! Los posos del café además se pueden usar para miles de cosas! Por ejemplo, para hacer exfoliante para el cuerpo o para hacer por ejemplo este jabón antigrasa para platos que hice hace unas semanas.
Mi jabón antigrasa al cafè casero.
¿Te gusta? ¿Quieres saber como se hace? Tendré que contártelo en la próxima publicación!
¡Y ya està! ¡Espero que te haya resultado útil y que te animes a probar! Y si tienes preguntas, ya sabes, ¡no dudes en dejar tu comentario!
Se acercan las fiestas de navidad y la tradición de dar regalos està más que instaurada en todo el mundo. Es una época en la que a menudo los esfuerzos por reducir, reciclar y llevar una vida lo más sostenible posible, se olvidan o se descuidan pensando que total… son pocos días al año.
Pero unos pocos días, muchísimas personas, puede hacer la diferencia y, sobre todo, una cosa no está reñida con la otra! Se puede regalar sin despilfarrar ni producir residuos e incluso regalar para «contagiar la sostenibilidad y la vida cero residuos». Aquí, te doy 10 ideas:
1. Una experiencia: Puede ser un viaje, una cena en un restaurante especial, un masaje relajante o una invitación a un concierto. Yo lo utilizo muchísimo, desde hace años en mi familia es lo que más se regala. No hay nada más ecológico, sin envoltorios ni envases. Aporta felicidad, y supone crear ocasiones inigualables para pasar tiempo con las personas a las que más quieres: una amiga, tu pareja, tu hermano, tu madre… Te aconsejo que sea algo concreto, no un bono de esos que vienen en cajita, primero porque a la gente se le suele olvidar en un cajón, y caduca; y segundo, porque la caja no es necesaria 🙂
2. Un curso: La mayoría de la gente tiene pequeñas pasiones secretas para las que no encuentra el momento de empezar: el patchwork, la ilustración, aprender a tocar un instrumento… Es una ocasión estupenda para regalar la oportunidad de cumplir uno de esos pequeños sueños, o de empezar algo nuevo! Hay muchas escuelas que hacen bonos regalo. También puedes encontrar muchas oportunidades de cursos online!
3. Un producto zero waste: Puede ser un buen momento para regalar algo útil y práctico que ayude a reducir residuos, como por ejemplo una botella de acero, una bolsa bonita de tela, o un pequeño kit de aseo sin residuos. A mi me encantan por ejemplo las bolsas de Next Step , coloridas y muy útiles.
4. Un jabon o champu casero o artesanal: es un regalo útil y apto para cualquier persona. Hay muchos artesanos que hacen maravillas y puedes personalizarlo con los gustos de la persona (fragancia y color favorito). Y si te lanzas a la autoproducción, el mundo de los jabones es muy divertido en interesante!
5. Un libro en formato electrónico: si la persona a la que regalas tiene un e-book, un buen regalo sin envoltorios ni residuos. Regalar cultura es siempre positivo y enriquecedor.
6. Una buena acción: en la familia varios años hemos hecho «regalos solidarios» con los que la persona no recibe nada material pero en su nombre se realiza una acción positiva para el planeta. Un regalo precioso y que da mucha satisfacción personal entre tanto materialismo. Puede ser plantar un árbol (a través de treedom por ejemplo), o adoptar una colmena de abejas (con ecolmena)…
7. Una mochila con material reciclado o regenerado: actualmente hay varias marcas que producen complementos con material reciclado, botellas y envases extraídos del mar y otros materiales de deshecho. No aconsejo ropa porque aunque sea reciclada, los tejidos derivados del plástico pueden ser dañinos para la salud en contacto con la piel, pero una mochila por ejemplo, es un regalo original, útil y sostenible para contribuir en la lucha contra el plástico. Algunas marcas de mochilas recicladas son: Sindesperdicio, Numon,Silvia Calvo BCN o Broch Broch .
8. Algo hecho a mano: si eres manitas, no hay nada mejor que un regalo hecho a mano. Una bufanda tejida, un dibujo a acuarela, o incluso un bote de mermelada casera. Con los niños es una actividad estupenda hacer galletas de colores y en paquetitos (a poder ser de tela reutilizables) son un regalo precioso (nosotros lo hicimos el ano pasado), o un collage con material reciclado. Son regalos que donan el tiempo, la de dedicación y el cariño de la persona que regala. No tiene precio! en internet puedes encontrar miles de tutoriales gratuitos. Te dejo aqui un video con 10 ideas faciles!
9. Una planta: una planta es un regalo que no falla, aporta oxígeno, no produce residuos, y embellece las casas y la vida. Ten en cuenta que sea una planta que no necesite demasiados cuidados si se la regalas a alguien sin experiencia o que vive en una casa con poca luz, por ejemplo. Recuerda que es un ser vivo!
10. Una yogurtera: es un regalo original y muy práctico que ayuda a ahorrar y a evitar un montón de envases que terminarían en la basura. En yogurteras.com encontraras articulos y comparativas sobre las mejores yogurteras.